viernes, 4 de febrero de 2011

Los Monos también curan




Monos. De muchos tipos, pero ultimamente animales y dependencias.

Ayer tras pegarme el madrugón, como buen imbécil para estudiar algo que ni ha entrado, trataba de aprenderme un tema más pero curiosamente mi mente andaba en otro sitio, lo siento, pero las relaciones públicas si seran siempre así nuestros caminos se separan amigo. Y mientras que yo persistía en mis intentos más que inútiles mi primo me distraía aún más y comencé a hacer el boceto de un mono por detrás de los apuntes, un mono con una fiambrera con el logotipo del grupo The Monkees (no podía ser otro, está claro), con corbata y camisa, ante todo la elegancia, muy mono él. Pero el mono ahí no acaba, sino que más bien empezó la tarde del día anterior, volviendo en tren de ver a La Sornsia de Julia en acústico (muy recomendables por cierto), empecé a escribir un nuevo tema, y ahí es de donde surgió toda la historia del mono. Mono de componer. Llevaré sin escribir algo decente de lo que estar orgulloso, ¿dos meses? Demasiado para mí. Y desde entonces con mono. Encontrando la melodía y la frase. Vale tengo una melodía, vamos a meterle frase. Fuera esa frase, queda muy trivial, probemos con otra. Dejar la guitarra, ahora toca estudiar. ¡Coño que frase más buena! ¿Pero cual melodía le meto?. Es un eterno bucle espacio-temporal, mi eterna putada, o una cosa u otra, pero no me pidas las dos vaya. Pero los conciertos me motivan y al acabar me da por sacar el cuaderno azul y a escribir se ha dicho, y si no está el cuaderno azul siempre estarán las notas del movil. El futuro tema, que espero que no acabe siendo otro más de los que engrosan mi colección de hijos abandonados, se llamará "Noche de febrero", el título lo tenía claro de antemano. Desde el pasado octubre creo listas de Spotify donde almaceno mis joyas encontradas cada mes bautizándolas con un nombre de canción que contenga dicho mes, y al llegar este no he encontrado ninguna que pasase de más de esa misma palabra, y me obsesioné con la idea. De momento tengo la letra del estribillo y la melodía de las estrofas. No sigo ningún canon, simplemente me dejo llevar y así me va, empezando por el principio del final. Mono de componer. Mono de componer. Mono de componer.

Mono de componer. ¿Ves? Sí, tengo dependencia de ello, pero sin embargo, aún me quedan dos semanas, catorce días, trescientas sesenta y seis horas, para acabar estos exámenes de segundo de carrera, una lucha violenta para tener un futuro decente, pero en un futuro inmediato acabar. Hasta entonces habrá que seguir dejándose las horas en una biblioteca de un pueblo que parece anclado en el tradiocionalismo de una familia conformista pero agotada y generaciones nuevas que no parece ser que vayan a generar grandes beneficios. O en la de una facultad donde te dan ganas de decirle a la gran mayoría de chicas unas palabras que solo con unas copas de más me atrevería, hacerse el dandy con algo como "ven conmigo torpe dama, de fiesta en fiesta y de cama en cama". Aunque eh cuidadito, que de vez en cuando en este pueblo aparece alguna que también se merece unas palabras bonitas. Pero siempre dibujando monos. Con mono de ensayar. Con mono de componer. Mono de golosinas cual crio que a veces me siento. Mono de acabar ya. Mono de empezar de nuevo. Pero también mono de ti, qué demonios. Pero ante todo como decía el nombre de la serie favorita de Homer Simpson: los Monos también curan. Y sí, estaba protagonizada por monos, animales.


Canción de hoy: Crujidos - Nacho Vegas

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